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La madre de Heritage KOL Anita Mui, Tam Mei-kin, acompañó a su hijo, Mei Kai-ming, a disfrutar del té y el vino tinto.

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En la humeante casa de té del centro de Hong Kong, el hombre de 95 años...Tan MeijinMientras masticaba los dumplings de camarones con sus encías flojas, su dentadura postiza bañada en oro hizo un sonido crujiente al chocar con la vajilla de porcelana. Esta madre, llamada en broma "KOL en el mundo del patrimonio" por los internautas, aún mantiene el ritual de comer tres tazas de té y dos bocadillos todos los días en el muro humano construido por trabajadores y amigos. A tres cuadras de distancia, junto a las vías del tranvía, su hijo de 70 años, Mei Qiming, se enjuagaba los dientes con vino tinto. Su sudadera roja y brillante contrastaba marcadamente con el tranvía oxidado.

Este tira y afloja por la herencia, que dura ya veinte años, ha sido visto desde hace tiempo como un drama por los ciudadanos de Hong Kong. Sin embargo, en su vida cotidiana fuera del tribunal, cada parte ha construido sus propias islas aisladas de mecanismos de defensa. Mei Ma usa el carrito de dim sum como vehículo de combate. Cada bocado que da es una resistencia al envejecimiento. Las bolsas de la compra detrás de los trabajadores están llenas de pruebas de su supervivencia. Mei Qiming bebe vino tinto barato como bebe Lafite y practica una filosofía nihilista de vida lenta en el oscilante tranvía.

梅啟明
Mei Qiming

Las estrategias de supervivencia de las dos generaciones forman un reflejo absurdo: la madre mantiene su dignidad entre la multitud y el hijo finge ser tranquilo cuando está solo. La dama de cabello plateado en la casa de té y el vagabundo vestido de rojo en el tranvía son como las dos metáforas polares de la ciudad de Hong Kong: tratar de mantener la decencia tradicional mientras se pierde el verdadero yo en la marea del capital. Cada uno de sus movimientos frente a la cámara se convierte en el código para que el público interprete el drama patrimonial: ¿Son los bollos de cerdo a la parrilla de Mei Ma una declaración de vitalidad? ¿Por qué Qiming se limpió los dientes durante tres minutos?

La ironía es que en esta disputa de herencia que ha atraído la atención de toda la nación, las partes involucradas parecen haber estado ya profundamente involucradas en un juego de roles. La madre de Mei convirtió cada batalla judicial en un motor de supervivencia, mientras que su hijo regurgitaba la presión de la opinión pública en forma de arte escénico. Cuando los juicios por herencias se convierten en una especie de teatro existencial, esos rituales de vida mantenidos deliberadamente no son más que notas a pie de página de supervivencia que demuestran al mundo que "todavía estoy aquí".

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